Esta es una de las primeras dudas que nos hacen nuestros clientes cuando empiezan a informarse sobre passivhaus o construcción sostenible. Desde Castaño & Asociados, entendemos que una construcción o rehabilitación implica un proceso de información previa. Para elegir la mejor solución constructiva para tu proyecto. Por eso queremos que tengas claro cuáles son los puntos diferenciales de vivir en una casa pasiva.
Las construcciones bajo estándar passivhaus tienen en España un crecimiento exponencial. Y se está posicionado rápido en este sector. En el camino para la construcción de una vivienda saludable y eficiente, surgen las dudas y términos desconocidos. Por eso te resolvemos aquí cuales son los beneficios que te supondrá vivir en una casa pasiva:
Los tres puntos principales a la hora de definir passivhaus son confort, eficiencia energética y salud.
Cuando hablamos de passivhaus, hablamos también de unas prestaciones. Que te garantizan una comodidad tanto térmica como acústica óptima. Este es quizás uno de los puntos que más perciba el cliente final y que más le implique. Ya que la temperatura en una passivhaus siempre será la misma independientemente de la estación del año.
¿Cómo se consigue?
Las casas pasivas cuentan con aislamiento y una construcción libre de puentes térmicos. Con lo que se consigue garantizar la hermeticidad total de la vivienda tanto térmica como acústicamente. Permitiendo disminuir las pérdidas de calor y evitar patologías debidas a la condensación. La temperatura está calculada minuciosamente para que tu casa siempre tenga la graduación adecuada. Las necesidades de calefacción aún necesarias son casi nulas. Además, olvídate de los ruidos de los vecinos, del tráfico de la calle o de las obras que pueda haber cerca. En una casa passivhaus las ventanas de altas prestaciones te aislan de todo esto.
Cuando te encuentras en una casa pasiva no necesitas abrir las ventanas. En un principio esto puede parecer un inconveniente, pero mucho más lejos de la realidad. Una passivhaus tiene un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor que renueva constantemente el aire de la vivienda. Esto tiene dos grandes ventajas. No perder la temperatura conseguida dentro de la estancia gracias a la mejoras constructivas y por otra parte, la filtración del aire. Las ventanas en una vivienda de este tipo las puedes abrir cuando desees pero la temperatura de tu casa no depende de ellas.
El sistema de ventilación con filtros antipolen que limpian continuamente el aire de la vivienda resulta muy eficaz para personas alérgicas al polen u otras sustancias que viajan en el aire.
En una Passive House no tienes que preocuparte por humedades, condensaciones o problemas similares. Porque simplemente no aparecerán. Esto proporciona unas condiciones de salubridad muy recomendables. Además de para una vivienda particular, para lugares públicos como hospitales o residencias.
Otro de los puntos claves de las casas de consumo casi nulo es la alta eficiencia energética. Con ello, el bajo suministro eléctrico que necesita. Conseguimos que en nuestras viviendas puedan eliminarse los sistemas de calefacción tradicionales.
Los elementos de construcción y todo el sistema passivhaus hace que el reclamo de electricidad de una vivienda de este tipo sea muy inferior a la media. Solemos poner el ejemplo de una casa de 120 metros cuadrados que gastaría en calefactar y refrigerar unos 100 euros de media al año.
Las construcciones passivhaus tienen un proceso de construcción muy controlado. Que conlleva un seguimiento muy exhaustivo. Una vivienda passivhaus no lo es hasta que se realiza la certificación de la misma (con certificación Passive House Institute). Esta requiere unas pruebas que certifiquen que efectivamente tu vivienda es eficiente, sostenible y tiene unas calidades óptimas.
Estas son las principales diferencias que notarás en una vivienda de consumo casi nulo, un confort máximo con una rentabilidad energética óptima.